¿Quien me entiende?
¿Yo me entiendo?
Creo que sí, que me entiendo digo.
Pero que alguien me entienda, ya es tarea mucho más difícil
Seguramente tan difícil como que yo entienda a otros.
Es seguro que quien me quiere, me absuelva de toda explicación, y con su "Sí cariño" ya me deje en libertad de justificar lo injustificable.
Y quien no me quiere, quien indiferente es a mi historia y mis "por qués" antes de certificar la muerte de mis razones, ya me envíe la extremaunción para que bendiga o maldiga según su furia o desidia y eche por tierra toda dialéctica y justificación.
Recuerdo siempre una especie de máxima:
NO DES EXPLICACIONES:
tus enemigos no te creen
tus amigos no las necesitan
Aun así, me niego a que la historia sea tan determinista, a que no haya perdón después del pecado, ni redención, ni siquiera cinco minutos para un último deseo al condenado, en este caso a no ser entendido jamás.